19 de Junio de 2011: un testimonio de aromaterapia

Estimada Sylvia

Tengo sólo sentimientos de agradecimiento hacia ti por ser un gran instrumento y a las flores y hierbas que me han ayudado a sanar.

Una de las cosas lindas que me quedaron fue que me diste una flor o planta que «abrazaba», que tenía muchas ramas que me iban a abrazar y cada noche me sentí contenida, abrazada, precioso.

Hoy ya no ando por la vida pidiendo abrazos con mi vibración energética, ya no voy al otro desde la carencia, eso ha sido un gran regalo. También percibí una re-conexión con mi femeneidad, fue un rescate de mi «diosa»interior, desde lo sensorial, de permitirme sentir, permitirme vivir y sentir la sensualidad.

Cada noche me acompañan mis aromas, mis esencias y cada noche agradezco por ellas. Así como cada mañana me acarician la planta de los pies y me acompañan en mi caminar, ese aroma me trasladó al comienzo a mi niñez, recordé cosas que tenía muy guardadas por ahí, tuve una experiencia muy fuerte mientras me ponía la esencia en los pies, cerré los ojos para recibir con mayor intensidad el aroma en mi ser…ahí volví a mi yo niña, el verme en medio de las plantas, de las flores en casa de mi abuela, fue muy fuerte para mí…recordé el aroma a tierra mojada, el hablar con las plantas y otras cosas muy lindas.

No sé exactamente cuánto tiempo me duró el efecto de las esencias que me diste, el sentir el aroma por la noche creo que fue por un mes y medio más o menos, hoy ya no lo siento. Pero el sentirme acompañada es hasta el día de hoy.

Espero haberme expresado bien, es difícil poner en palabras experiencias tan desde el sentimiento, tan sensorial. Algo precioso que me pasó fue que me dió empoderamiento, dejé mis miedos, marqué territorio, defendí mi hogar y mi privacidad. Abrí mi corazón para amar y volver a ser amada y… ¡¡llegó el amor a mi vida!!!

Sólo me queda volver a dar las gracias. Hoy me paro ante la vida con deseos de gozar, amar y ser feliz. Ahora me queda alcanzar el equilibrio de lo femenino y masculino dentro de mí (y otras cosas que podrás percibir y sentir cuando esté frente a ti)

Gracias a Dios por ponerte en mi camino de sanación, gracias por ser un instrumento tan «afinado» y acompañar a los demás en su camino de retorno a casa, a su esencia como persona que a veces no recordamos…

Un abrazo enorme al corazón,

Rosi