Los delicados deleites aromáticos de un spa en Vietnam

Sylvia Galleguillos en el Fusion Maia Resort en Vietnam

Sylvia Galleguillos en el Fusion Maia Resort en Vietnam

Después de estar viajando largas horas en avión, desde el sur de la China, donde vive Danilo, mi hijo menor, y con escala en Kuala Lumpur, llegamos con Danilo a Vietnam, a un resort lleno de lindas sorpresas: El Fusion Maia Resort. La primera fue encontrarme con un entorno muy sofisticado y delicado en su ambiente, con un gran cuidado puesto en brindar deleites aromáticos. Pero también fue grato el encuentro con la gente amable y sonriente. Se sentía un buen «Qi», una acogedora energía, desde la decoración inclusive, muy sintonizada con la naturaleza.

Aunque decoraron con recomendaciones dadas por un neófito en Feng Shui, muchos de sus principios se veían bien aplicados. Aquél aprendiz era el creador de este resort, Luk, el gerente general. El me cuenta que leyó harto para seguir los principios fundamentales y el resultado está muy bien logrado en su ambientación, con una sensación de agrado y bienestar, con grandes aperturas en sus espacios. El hall de recepción, por ejemplo, desde el momento que entrabas se sentía allí relajación y armonia. Proyectaba mucho calor y carisma y desde la entrada sus colores corporativos rosados, gris perla y morados se hacían notar. Además con unas lámparas vietnamitas de diferentes círculos colgando como si fueran burbujas en un hall que podía ser mirado desde las 4 orientaciones.

La recepción era aromáticamente atractiva. Ellos también son muy amorosos y sonrientes, haciéndote sentir de inmediato bienvenida y única. Y desde ese momento recorrerlo era como caminar en un entorno lleno de flores aromáticas, los frangypanis con sus colores blancos que invitan a la sociabilidad, y amarillos y rosados representando a la Tierra de los abrazos en Feng Shui. Parecía que te hacian guiños para conquistarte.

Las habitaciones tenían su piscina privada de color gris y negros, rodeada de bambú y plantas de plátano y jazmines. ¡Tanta delicadeza! Te sientes bienvenida, es como estar en casa, con cafetera para hacerse café de grano de verdad. ¡Y con parlantes para instalarte el Ipod con musica de todos los gustos. Con exquisitos tecitos, todo sus productos de a aseo personal en el baño hechos especiamente de frangypani, por cierto. Era como estar con todos los 5 agentes de la naturaleza del Feng Shui juntos: el agua, la madera, la tierra, el metal y el fuego sonreían como si fueran personas diciéndote: «Aquí estás para sentirte mimada».

Sin demora quise conocer el Spa, todos sus tratamientos estaban incluidos en el valor de la habitación, con más de 16 diferentes tratamientos para probar. La bienvenida de las terapeuta, muy vietnamita, con la sonrisa y su cariñosa manera de recibirte. No todas hablaban ingles pero la mayoria se expresaba a sus maneras, con un abrazo, llevándote de la mano a la sala de terapia y poniéndote su brazo en la espalda, acompañándote a tu tratamiento.

El spa y concepto de Fusion Maia cada dia te sorprendía. Además de los deleites aromáticos cada día venía un tema distinto, un mensaje, un poema, una palabra en un bello papel que dejaban a los pies de tu cama en tu dormitorio, y en el spa que te decía «Relájate, sé activa, ¡comunícate!, come bien, toma tecitos ricos y especialmente hechos para este día». Te hacía sentir increíble.

Ligerito llegamos al salón del desayuno. ¡Una delicia de delicadeza!. Todo en su justa medida, bellamente presentado, un menú para todas las culturas. No pude dejar de pedir en la mañana un salmón teriyaki que todos mis sentidos se agudizaban al comer en el desayun, cuando mi desayuno es siempre tan sólo una tostada. Las tosatadss esta vez pasaron a segundo plano. El concepto Fusion Maia es tan sofisticado que me ha dejado enganchada para partir de nuevo a gozar del sol, el mar, masajes y encantamiento.

No pude venirme sin antes dejar mi huella por allí, y les enseñé a todas la creadoras y administradores a preparar una esencia frangypani. Por cierto que lo enseñé de la manera más ritualística, recogimos los frangypanis, los pusimos en una tela blanca en el pasto, debajo de sus árboles y preparamos la esencia que se pondrá en cada mezcla de tecitos y aguas del spa.

Me vine de vuelta embrujada, encantanda, rejuvenecida, llena de nuevos sueños e ideas. Y más que segura que volveré, muy pronto a ir por esos lados a gozar de los delicados deleites aromáticos de aquél maravillos Spa en Vietnam.

Sylvia Galleguillos preparando esencia de Frangypani en Vietnam

Sylvia Galleguillos preparando esencia de Frangypani en Vietnam