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Queridos visitantes de mi sitio web, estudiantes del Diplomado en Aromaterapia, aromaterapeutas ya diplomadas en nuestra Escuela, clientes, amigos y amigas todas:
En nombre de todo el equipo de Osmanthus, les quiero desear que esta Navidad les traiga de regalo toda clase de florecimientos para el Nuevo Año 2015 que ya casi se inicia.
Que florezcan sus corazones hallando amor quienes están solos, y todo el mundo paz, filantropía y regocijo. Que florezcan también sus mentes hallando saber, intuición y sabiduría; sus familias hallando prosperidad, armonía y salud; sus hogares hallando confort y cobijo; su vida laboral hallando trabajo quienes lo buscan, y todo el mundo hallando en sus pegas creatividad, realización y reconocimiento.
Que no dejen de florecer sus planes, sueños y proyectos, realizándose. Ni sus retoños, creciendo hábiles, generosos y felices. Ni sus suertes, volviéndose (o continuando) clementes y propicias. Ni la justicia, el bienestar social y la paz alrededor suyo (y mío, nuestro, de todo el mundo).
Y les deseo que aquelllos florecimientos vengan acompañados de sus propios exquisitos aromas esenciales, de gratas y sutiles esencias propagando misteriosos júbilos, memorias y presagios, destilados de sus almas mismas. Porque los aromas esenciales de las plantas y las flores, es decir sus aceites esenciales – enseño yo – son como aquellos ángeles trayendo buenas nuevas, sólo que en su caso las traen condensadas desde el alma de las plantas. Así que les deseo una Navidad plena de botones y un Año Nuevo pleno de florecimientos. Que alcancen en todo lo que vivan su destilado aroma, su alma, lo esencial.
Todo lo anterior se dijo mucho más sucintamente hace 2500 años atrás, y ese es el regalo nuestro para todos y todas ustedes: una honda enseñanza ancestral…
Disfruten, ¡Felicidades!
Sylvia Galleguillos
Directora, Centro y Escuela de Aromaterapia Osmanthus